domingo, 19 de abril de 2015

Caminos desolados abundan en mi búsqueda infinita del amor. Yo no pido condiciones pues, en el amor verdadero, no las hay.
He encontrado lagos en mi caminar, en los cuales sumergirme, pero el temor a naugrafagar me lo impide.
La experiencia me ha demostrado que, cada vez que fracaso, una parte de mí se pierde en el camino.

No es justo perder mi esencia por un sacrificio, más cuando ni siquiera es por mi. 
El Egoísmo puede llegar a ser mal consejero aunque, a veces, evita un par de desengaños, aún si eso significa renunciar a posibles sentimientos.

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